El Colexio de Podólogos de Galicia aconseja a los peregrinos adaptar la ruta y reducir recorrido cuando aparecen ampollas en los pies, tendinitis o dolores musculares

El Colexio de Podólogos de Galicia aconseja a los peregrinos adaptar la ruta y reducir recorrido cuando aparecen ampollas en los pies, tendinitis o dolores musculares

El Colexio de Podólogos de Galicia aconseja a los peregrinos adaptar la ruta y reducir recorrido cuando aparecen ampollas en los pies, tendinitis o dolores musculares

Zapatillas de trekking y calcetines de algodón son los principales aliados para la protección de los pies

Recomienda plantillas personalizadas y calzado deportivo adecuado para los ciclistas del Camino de Santiago, que sufren adormecimiento en la zona plantar por la presión durante el pedaleo

Santiago de Compostela, 10 de junio de 2019 (Vía Láctea Comunicación).- El Colexio de Podólogos de Galicia quiere ayudar en el cuidado de los pies de los peregrinos del Camino de Santiago en estos meses de verano en los que se prevé una llegada masiva de caminantes por las diferentes rutas de peregrinación. Según datos de la Oficina del Peregrino, situada en pleno casco histórico de Compostela, en mayo se recibieron 46.673 peregrinos, de los que a pie llegaron la mayoría, 43.633 peregrinos (93,49%), en bicicleta 2.750 (5,89%), a caballo 199 (0,43%), a vela 4 (0,01%) y 87 (0,19%) en silla de ruedas, multiplicándose claramente la llegada de caminantes con respecto al registro del mes en años anteriores.

Los podólogos gallegos ofrecen a los peregrinos una serie de recomendaciones para que puedan evitar las dolencias y lesiones más habituales que aparecen en el transcurso de la ruta. Al caminar una media de 25 kilómetros diarios durante días consecutivos y, además cargando con una mochila de un peso considerable, es común que aparezcan ampollas en los pies, así como tendinitis o dolores musculares. Cuando aparecen estas lesiones, los podólogos inciden en la necesidad de que los caminantes adapten la ruta a sus capacidades físicas y recorran menos kilómetros en cada etapa. Si la lesión persiste durante varios días se recomienda abandonar la actividad y acudir a un podólogo para la valoración de la lesión y el posterior tratamiento” –explica el presidente del Colexio, Borja Pérez Serrano-.

Los profesionales de la podología aconsejan llevar un calzado cómodo, y a ser posible, llevar más de un par para ir intercambiando. Recomiendan utilizar zapatillas de trekking, con suela amortiguadora y más altura en el talón que en el antepié para evitar sobrecargas en la musculatura de la parte posterior de las piernas, muy común tras estar varias horas caminando. Además, señalan que las zapatillas deben tener suficiente holgura y altura en la zona del antepié para que los dedos se puedan mover de manera totalmente libre y que no se produzcan heridas en las uñas. “No debemos estrenar unas zapatillas el mismo día en que se inicia el Camino, es preferible que estén algo usadas para que se puedan adaptar fácilmente a los pies” –recuerdan–.

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